Si el momento llega a su fin
la verdad no me importa
si la rutina mora en mí
y la razón se acomoda
adiós, este mundo no es para mí.
Y que no
que no concibo la evolución
con rencor ni avaricia.
No, no percibo el aroma de la primavera
cuando me robaron abril
sin darme cuenta
y triste otra vez
la humanidad se resquebraja
por latidos de irrelevancia
en pastos moran
inconciliables neuronas.
Si, si quisieran poder unir lazos sin la inmundicia
del color de una bandera
en la tribu del dolor
enemigos sí o no.
La victoria de un perdedor
que en este caso
somos dos.
Gustavo García Pradillo