Señalaba la dirección del viento y ahora su chirrido indicaba un cambio; oxidada, seguía sin embargo como recuerdo de los tiempos en los que a la iglesia del pueblo acudía la gente.
Gente que se fue yendo hasta dejar allí solo papeles de periódico que el sol amarilleaba y el viento, al que la veleta servía, hacía que volaran en medio de remolinos de polvo gris y fino.
Manolo Echegaray (Lima, Perú)
Publicista desde 1969; profesor en 8 universidades e institutos de educación superior en el Perú y 1 en Bolivia (Técnicas de razonamiento creativo, Estrategia publicitaria, Comunicación intercultural, Comunicación de gobierno); cerca de 16,000 ex alumnos; publicidad para 2 campañas presidenciales (Perú); asesor de comunicación de una Presidencia de la República y seis ministros de Estado; escenógrafo, sonidista, actor y diseñador de vestuario de teatro; artista gráfico; escritor a ratos. 70 años.
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¡Gracias por leer, Marina y por tu comentario gráfico! ¡Abrazo! 🙂 🙂
Cuánta melancolía consigues transmitir con pocas palabras. ¡Enhorabuena, Manolo! Besos