Se deslizan las letras a lo lejos
en dulce melodía
que engarzan tus dedos
en los confines de la tierra…
Acaricias el aire
con las notas que emanaron
de la vida de una estrella
que sostuvo tu mirada
en el peregrinar sereno
de un antaño revoltoso,
entre polvos y lodazales,
entre semillas y cosechas;
entre juegos y alzadas en el aire,
en el vaivén impetuoso de un columpio;
entre risas, entre llantos,
siempre se enlazados,
dejando huellas paralelas…
Y la vida se fue en ascenso
entre riscos y quebradas,
rasguñando en lo profundo,
cercenando esperanzas
lanzando al abismo ilusiones…
Pero el amor prevalece
y se alzaron notas en el cielo
anudando los te quiero
a la vida presurosa
que arrebatarles la presencia se empeñó…
Y la dulce melodía,
con notas de dolor
se va clavando en el alma,
desgarrando los suspiros
que quedaron envueltos
en la sinfonía de su adiós.
Viviana Lizana Urbina