Tu fuego se va apagando de tanta indiferencia,
De latir sin remedio en la rutina insípida de las horas
La gran película pre escrita para tu vida casi se veló
Murieron las escenas que causaban risas
Han terminado las aventuras que te hacían ver todo con amor
Puedes ver nebulosas, detrás de una cortina
tus viejas ilusiones, tus sueños y tu pasión.
Buscas debajo de la alfombra al niño que soñaba con ser astronauta.
Quisieras abrir un frasco y que emergiera de nuevo el mago de tus cuentos
Miras al cielo y no ves volar al hada de la vida mágica
Detrás de los sillones quieres encontrar a la niña que ansiaba ser bailarina.
Olvidada la nave
Olvidados los cuentos y sueños
Olvidadas las zapatillas. . . Olvidada la vida misma.
Te miro y siento tu tristeza, te observó y quiero enjugarte con lágrimas que revivan tu enmohecido corazón.
Acariciarte con la paz de mis palmas y la alegría de mi andar.
Extiendo mi mano para arroparte
Pero, es imposible
Estás alejado hasta el infinito
No hay espacios ni tiempo, ni chispa de vida
Que pueda llenarte ni por un segundo, ni por un suspiro
¡Recobra! Ruego a tus ojos, a la chispa de la vida, a la chispa del amor.
Me detengo ante la puerta.
Te observo.
Te amo desde lejos, te amo desde dentro de mí
Clamo al cielo por que te vuelva la esperanza que hoy te es farsa
Lloro mares de sal por ti
Por que ni eso puedes hacer, no puedes ya ni llorar
Se te menguó para siempre la luz y te consumes sin sentir dolor
Nada puedo hacer.
Tu fuego se apagó. Y no me queda nada más que observar cómo te vas volviendo ceniza.
Triste ceniza imposible de recuperar
Te toca el suave viento
Suficiente para elevar tus pequeñas partículas hasta el cielo
Sólo me queda llorarte, sabiendo que eres parte de la tristeza tatuada en el firmamento