Tiembla su mar sobre la orilla
encendido reflejo de las farolas en su paseo
Tiembla mi mano cuando le leo
y los recuerdos susurran como olas en su playa
Tiembla su voz cuando la llama
en su silencio se quema por dentro
queriendo volver con sus olas
Tiembla una lágrima en sus ojos
esa que brota cada vez que la nombra
Tiemblan sus pies marcando el ritmo de la arena
alejándose para esculpir inconsciente su silueta
Tiembla cuanto mira licuándose pecho adentro
con cicatrices que ardieron sin tregua
Tiembla la lluvia no caída esta primavera
atrapando besos furtivos en los portales
Más cuando todo tiembla,
y siente el mundo hundirse entre sus piernas
surge un grito ahogado
que acalla la indiferencia
sutil asesina silente
¿Y tu?, dime, ¡por qué ya no tiemblas!
@carlaestasola
Cáceres, 11:25 después de caminar el verde mar de la Dehesa
La Belleza no se puede expresar con palabras y como en todo lo leído hasta ahora de Carla quien mejor que ella para expresarla