Te quiero con la eternidad de los días aruspices
como sos vos mi todo.
Abre mi alma y acariciala suavemente.
Estoy exhausta cuento los días ásperos y oscuros
puede ser que se vayan por occidente.
Te quiero por remembranza de los días de ayer.
Te extraño en esos días que no puedo abrazarte.
Tienes mi alma finita y mi corazón desarmado.
te amo con la intensidad de cielos ajenos
y como estás tan lejos y yo tan cerca
amándote desde el destierro.
Te quiero porque eres tú con tu inocente mirada
y mis lágrimas caídas en el desván de tu patria.
Te quiero con la dulzura de mi alma empapelada
con turrones de nueces y dulces de almíbar.
Te pienso por la mañana y por la noche
como un holograma onomástico.
Como sos vos mi todo y mi vida
te amo como te amé desde que entraste en mi vida
con la sonrisa de un día y otro,
como cae la lluvia ahora
en hilos finos y sin prisa.
Karem Suárez