Entre la razón y el pecado. Escoge el pecado y róbame tan sólo un beso.
De que pierdas la razón después de un beso prolongado, me encargo yo.
¡Róbame un beso!
Probarás la gloria de saberme tuya
Fingiendo que el contacto dulce es fuente nueva
¡Róbame un beso!
Hoy que sabes la miel del sabor de mi piel
Hoy que tienes mi alma en tus manos
Róbame tan sólo un beso húmedo y ligero
Porque hoy también me has robado el aliento
Has tomado el deseo entre tu corazón
Róbame la soledad de cada tarde para transformarla en deseo
Hurta una nueva caricia desde el cabello que cae por mi espalda
hasta la vida que cae a tus pies
Robando también el vaivén de nuestro cuerpo entero
Roba de nuevo la ilusión y la esperanza
Roba la danza letal que impones a mi ritmo al amarnos en la oscuridad
Róbate el silencio de mis noches escribiendo una nueva canción
Quédate con el calor de mi aliento invadiendo sin control tu intimidad
Y róbate, por piedad mis ansias locas
Toma sin mi venia y sin mi voluntad
Las ganas infinitas que salen de mis manos y mi piel
Roba de nuevo mi andar, mis sentidos y mi despertar
Te pido, te imploro
Toma de mí un solo beso
Mátame de placer en un segundo
Ese instante en que me arrancas la vida
En que dejas a mi fuego sin aliento y sin salida
Róbame tan sólo un beso
Porque en él te adueñarás de mi vida
Porque en él te elevarás al cielo
Porque ya me tienes esperando en carne viva
Róbame un beso en la boca
Y baja despacio, muy despacio
Hasta la deliciosa línea del placer
Logra con un simple beso, a mi alma enloquecer
¡Róbame un beso!
Róbame tan sólo un beso
Un beso con sabor a eterno
No te pido más