Déjame soltar la hiel
necesito desatar los nudos de piel,
soltar las amarras de mis lunares
enredados en tu cuerpo
tatuando paisajes infinitos.
Y navegar,
bogar de nuevo cara al viento.
Vela blanca desplegada
zarpando de este puerto,
donde dejé huellas
lastre de imágenes
de unas vacaciones del alma.
Deja que la sal se seque en mi cara
que forme surcos profundos
para germinar sonrisas que nazcan.
Y cuando por fin llegue a casa
la dulce ducha aclare el dorado de mi piel.
Déjame usar un protector solar
que sea de pantalla completa
que no borre del todo el bronceado.
Tener una razón para sonreírle al espejo,
usada, vieja
y falta de pintura,
esta barca
navegará la memoria
de aquella vez en que alcanzó
el paso de los infiernos.
Penetrando en el final
sin distinguir cielo
de mar,
donde los horizontes
se hicieron invisibles
inexistentes
y fue a la vez
remo y capitana.
@carlaestasola
Madrid, a mi pesar…
Bitácora: 16 de Junio 2017 a las 10:30 de una mañana en el infierno.