Fantasmas se liberan de tu alma, fantasmas que vienen, suave y lento para hacerte sentir culpable y sin aliento hasta conseguir esa confesión, siempre fui así.
Temores que tenemos, disfrazamos, camuflamos y hasta toreamos para acabar encubiertos de ellos, en falsos comportamientos, que flaco favor nos hacemos, todo sale, todo fluye, nada muere sin saberse.
Qué oportuno salir a flote, aquello que ocultabas, cuando menos lo esperabas, qué necios, nos pensamos liberados, sin ellos.
Son los miedos lo que paralizan. Lo que impiden respirar, seguir, jamás avanzar.

Huye lejos dice mi lado bueno.
Mata esos miedos.
Huye, sonríe y empieza de nuevo.
Autora: Miriam Giménez Porcel.
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Por Miriam
Muy acertada y reveladora Miriam, el miedo te paraliza, distorsiona todo lo que ves y terminas por encerrarte en el espejo de donde no puedes salir y lo único que refleja es el pánico de tu cara.
¿Contarlo es sanador?
Si
Pero como todo en la vida es un ejercicio propio, puedes tener ayuda y sentirte arropada, pero la última palabra siempre es la tuya.
:))
Mil gracias maryflor por tu comentario y reflexión! Ya sabes que me apasiona que mis escritos den que pensar! Jejeje…
Me quedo con ese: mata esos miedos.
Que no quede nada de ellos solo luz y sonrisas.
Un escrito con mucha fuerza, 🙂
Un abrazo.
Reblogueó esto en miriamgp1976y comentado:
Miedos…
el miedo aquella telaraña que te atrapa y paraliza
muy bueno
un saludo