Ser resultado de un choque oportuno
No, no quiero ser pasado inmisericorde
clavada a una cruz sangrante
olvidando vuelos de dos palomas
con espíritus errantes
Sacramentos ilegítimos
oración rota entre cuatro paredes
cortejo de sordos, ciegos voluntarios
entre nieves alquiladas a soledades
Clavos que arden al fuego de unos brazos
no por crucificado menos ardientes.
No habrá Judas que nos libere
ni última cena en que los ojos sangren
En andas ante cofrades invisibles,
sin palios que nos refugien de la lluvia
saldrá hoy nuestra muerte
a caminar las calles
al compás doliente del ritmo de tambores
clarines romperán las calles
El Silencio inunda los ojos anhelantes
Calla!
Hoy desfila la muerte
de un recurrente acto de fe
que año a año nos herirá
por siempre.
Calla!
Infiel bajo los pies descalzos
las cadenas de dos penitentes
al ritmo de cadencioso paso
velarán un año más
la muerte del alma
aún sabiendo que resucitará
al tercer día.
A escondidas una Magdalena
llorará incesante
la muerte de quién nunca la amó.
@carlaestasola
Viernes de Silencio. Perdón por las ofensas, parece irreverente pero en el fondo es sólo un paralelismo de lo que me inculcaron desde niña, y que la rebelde que me habita convierte en homenaje a mi madre y a todos los Cristos y cofrades que saldrán hoy al Silencio.
Querida Carla, magistrales tus letras en este viernes de silencio y muerte que, como bien dices año tras año nos herirá por siempre…Mi espíritu es también rebelde, así que no creo para nada que seas irreverente. Besos y abrazos todos guapísima. Ah, me encanta el Adagio de Barber!!!
Gracias a ti Marina por leerme siempre. Espero que no resultar excomulgada, ya que en su día si cumplí con ese sacramento. Y el recuerdo siempre es de respeto y emoción contenida. Abrazo grande!?