La voz interna de una mujer, debe ser escuchada. Mas no por salir de su boca, sino por emerger desde la profundidad de su alma.
¡No!
¡No!
No te calles
No escuches aquello que cientos de madres han cantado a sus hijas
No sigas el ritmo de aquella fatídica canción que te entonan desde generaciones pasadas
Ni le bajes a la falda
Ni le subas al escote
Tampoco te creas aquello de ser Santa, pura, buena y casta
No reprimas el calor, ni el ritmo que bailan tus caderas
Que al paso de las manecillas
Que en carrera que siempre ganan los años
¡ufff!
Descubres que se te olvido vivir
Escuchas con desdén cada fúnebre nota
De la vida que en realidad nunca viviste
De la vida que cada día perdiste
Hoy
Levanta la faz, mira al universo y grita
quizá, tal vez, por vez primera
Vive como única condición que te pone la vida
¡No!
No creas aquello de ser Santa, pura, buena y casta
Permite que él te atrape desde el regazo
Que las gotas de la pasión caigan por cada centímetro de tu piel
Deja que te encuentre el amanecer en sus brazos
Atada del amor
Del amor carnal
Del amor prohibido
Del amor infinito
De amor que es pasajero y también del eterno
¡No!
No digas no a la vida
A lo excitante
A lo permitido
A lo prohibido
No llenes el baúl de tus recuerdos
de cosas que hubieras querido y nunca pudiste ser
Vístete de rojo y enciende en sensuales brasas tu entorno
!No!
No latas sin vivir
No vivas sin vida
Conviértete en la danza
En el fuego que todo lo consume
En el canto que abrasa hasta las entrañas de este mundo
Baila hasta que tu corazón casi abandone tu cuerpo
Canta invadiendo cada espacio del universo
Vive y serás inolvidable para el mundo terreno e infinito
No. A nada digas no
Que la danza de la vida se goza sólo danzando