Te llevo en mi pensamiento y yo sin prisa
veo caer la lluvia reciclada, delgadita.
Me tomo un café para estar contigo
aunque sea en sueños
Habita en mí un extraño silencio
que quiero romperlo con mi voz bajita.
Oscurece el día muy tempranito,
las estrellas iluminan tu tierno rostro
la luna también se viste de poesía y medita.
Aramos la tierra para que crezca el banano
y las flores de las que se alimentan las abejitas.
Extraño tu risa y tu paladar
que está en otros mares
cuidando de otras cosas
menos superfluas y cotidianas.
Sigue lloviendo en gotas gruesas
mientras los niños de la calle se bañan en ella con pleitesía.
Ayer murió un poeta y la tierra está triste
porque ya no habrá versos suyos
filosofando sobre la vida.
La muerte trastoca a los que viven hoy en la verdad
y no en la mentira.
La soledad siempre fue un pretexto
para escribirle al amor que deseo.
Recreamos ayeres,
vivimos el presente con una sonrisa.
Karem Suárez