Camina entre nubes de algodón.
Unos días más derecha,
otros no.
Supo rápido de su desgracia,
siempre lo llamó la maldición.
No te casarás.
No amarás.
Serás repudiada
y rechazada.
Cuánta hipocresía, sonreía.
¿Quién me preguntó?
Nunca busqué marido.
Nunca pedí el amor.
Repudié antes yo y
rechacé sin pudor.
Porque a nadie necesito,
si no es a mi misma.
Aborrezco las cadenas.
No soporto las torpezas
de la vida y del amor.
Busco ser feliz,
busco entenderme
para entender,
y después de todo esto,
ya amaré,
y me amarán.
Ya aceptaré,
y me aceptarán.
No rechazaré,
si no me tratan con maldad.
By Miriam Giménez Porcel.