La posada de ese cuento nos unió
La comisura de los labios.
La esfinge que nos vio crecer
En los albores de los tiempos,
En la suave luz del amanecer,
Nos regaló su último aliento.
Nos brindó la oportunidad
De burlar la oscuridad,
Del silencio del fracaso,
Del dolor de los pensamientos
Agazapados en su regazo.
Cuando pensábamos
Que no éramos nada.
La soga que teníamos que tejer
No se imaginaba la tormenta,
Enhebrada con la aguja del tener
Ensambló nuestros sentimientos.
Recordando que lo fuimos,
Dos obstinados viajeros
Del sendero de las ilusiones,
Donde por mal que quieras,
Renace el poder de los sueños,
De las nubes de algodón,
De duendes, príncipes y princesas,
De dos jóvenes jugando quererse otra vez.
magníficos versos, un placer leerlos
Muchas gracias Luis
Bello poema Gustavo. Que tengas un feliz sábado. Un abrazo!!!
Besos de sueño Marina.
que luar mas cuntero
Thank’s
Versos de cuento… ¡Me encanta Gus!
Gracias Ana.