Lucía en su iris
un extraño punto de color rojo,
que como una hoguera
prendía al mirarme.
Le gustaba sentarse
junto a la ventana
dibujándome con los
hilos de sus pestañas.
Ese placer de sentirse eterna
al cruzar de una mirada.
Diosa de un Olimpo privado.
Su piel, romero por florecer,
fiebre sin termómetro,
calidez en libertad.
Y yo,
simplemente
me acostumbré.
Constantemente recurro
a ese sol encendido
en cada cuadro,
en cada árbol,
al borde de los caminos.
Extraigo de él la savia
imprescindible para el día.
Ilumina mis noches
penetrando en la penumbra
de cada atardecer
cuando camino sin remedio
hacia la oscuridad de mis abismos.
Es mi luz de emergencia
en las madrugadas sin salida.
Velando mis sueños
cuando por agotamiento
me quedo dormida.
Su pequeña mancha
ahora bandera,
himno y ejército,
dispara sobre mi desidia
un sutil perfume a recuerdo
que infiltra vida a mi vida.
Aunque ya no arda, alumbra
Sin calentar, no enfría.
Sin apagarse nunca,
irradia a lo cotidiano energía
Y yo, que de rezar no soy amiga
pido a quien corresponda,
que siga desde el quicio del olvido,
haciéndome compañía.
Aún en la lápida que un día
seguro habitaremos.
Si en ella por casualidades de la vida
me encontrases algún día,
no reces tampoco tu,
y si eres un alma amiga,
tararea las notas
de un réquiem
y me daré por satisfecha
No permitas que las lágrimas
ensombrezcan tu sonrisa
esa en la que yo me encuentro
cada vez que tu mancha se ilumina
Si alguna vez notas
que tu piel se eriza por la brisa
es que necesito acercarme
una vez más a contemplar
tus pupilas
No te asustes,
no es tan malo
notar en la cara el suspiro
de un alma perdida.
Música: Samuel Barber – Agnus Dei
Imagen: Red
Intensas y bellas tus letras querida Carla!!!
Besos todos preciosa amiga!!!
Intensas como bien dice Marina.
Buen texto. Besos Carla!!
Es difícil ya, que pueda leer algo que no me guste de cuanto he leído de ti, no es fácil ensamblar la melancolía que impregna de una belleza única, como la identidad de su autora. Enhorabuena Carla
Un honor Pedro. Tu que me miras bien, amigo.