Hay besos que se dan con la mirada
y en ellos se recrea tu nombre
y te suelto al mar y a la brisa
a la suerte de los convencionalismos sociales
y siento la luz de tu mirada
oscilando en el silencio inerte.
Hay besos que se dan con el agua, cuando el niño
se los quita del rostro
te respondo a la brisa fría, al caminar despacio,
a los fríos de la madrugada
cuando mi alma se detiene y se acurruca
para no sentir el frío de la mañana
Alguien a lo lejos está vistiendo de seda,
otros mueren en el silencio del sepulcro
y sólo quedan las hojas de otoño
vistiendo su lápida.
Hay besos que se dan a la distancia y así te visito,
te toco y te lloro.
Así como te susurré te amo en esa mañana fría
antes de que te fueras
Ahora te lloro y siento hambre
y escucho melodías a lo lejos de un día.
Y pienso en tu lápida y en los Ángeles que te acompañan.
Yo no debería estar aquí,
debería irme contigo, para abrazarte
y amarte siempre.
Sólo escucho tu llanto,
sólo siento tus movimientos dentro de mí.
Cómo desearía besarte ahora
y regresarme a tu ternura
y a tu cuerpito ligero.
Así descendí a la penumbra.
hay besos que se dan con el alma
y sientes que se te va la vida con ellos.
Así te besé.
Karem Suárez