Femme Fatale
Escribirá de mí la historia
No ibas a pensar que siempre sería lo que dicen los poemas
Santa, buena, pura y casta
Eso se queda para la inocente damisela que vivió dentro de mí en el pasado
No creas hoy que soy la fiel y leal que espera por tus besos
La que se sienta a ver el horizonte para imaginar que llegas
Y se queda ahí, plantada como aneja raíz atada a la tierra
Hoy me levanté con la mirada más allá de ti
Más allá de la inocencia que se alimenta de creer que podrás amarme
Más allá de la jaula en la que yo misma me encerré al amarte tanto
Me visto de sedas, de dorados y plateados
calzo tacones y fumo delante de tu aliento
Camino mis pasos sin tus cadenas
Avanzo en mis días sin el lastre que me arrastra hacia ti
A partir de hoy, corre sangre por mis venas
Y sí.
Acierto a decir que hago de mis días un placer
Que puede cualquiera asomarse a mis ojos y perderse ahí
Soy la intensidad de muchos anhelos y la perdición de su corazón
No importa qué ojos me miren y qué labios mueran por besarme
No importa lo que piensen o sientan
O si esperan desde el fondo que yo sea el amor de toda una vida
Entregaré este cuerpo al postor que me plazca
Regalaré mis días y mis pasiones a quien mi fortuna convenga
Sin amores ni ataduras, sin falsos amores ni resentimientos
Mírame tú
Y mírenme todos
Si de geisha me ves pinta danzaré por ti
Gastaré mis segundos sirviendo té a tus sentidos
Y al final del día sólo querrás ser mi suspiro eterno
Si de gitana de ves la figura
Entraré en tus sábanas mientras leo tu futuro en cartas
Y me amarás sin poder olvidarme ni en el final de tus días
Devoraré tu cordura, tus sentidos y hasta tu alma
O tal vez.
Quieras que dance entre velos que suavemente rocen tu cuerpo
Que el vapor de aromáticos inciensos se mezcle con el poco pudor que le quede a mi cuerpo
Femme Fatale
Escribirá de mí la historia
Inolvidable para tus besos
Inalcanzable para tus anhelos
Arrancando a cada día el poder de dominar tus deseos
De poseer y de arrancarte el cuerpo
De vivir al margen del corazón
Fingiendo amar con la sed de la razón
Femme fatale
A causa de morir esperando por tus besos