Un final desesperado
insultando el calendario,
un camino inacabado
el vagar de malos años.
Un modesto precipicio
vive al borde mi destino.
Un quizá, un pudiera,
un no sé cuándo.
Un te quiero,
un requiebro.
Bailar un vals contigo al viento.
Un rastrojo,
un sarmiento,
la llama que aviva el fuego eterno.
Otro fatuo, ¿un universo paralelo?
Un correr en el encuentro,
un soñar de años perdidos,
un susurro de unos labios.
Una canción desesperada
como el principio de este cuento.
Gustavo García Pradillo