Así como pasé mi vida, en profunda soledad, morí una tarde lluviosa. Sola, hasta que fui recibida por la eternidad, convertida en el último suspiro que se va tornando en luz.
Acompañada siempre por esta eterna soledad
Entre burdas piedras pasé los últimos segundos de existencia
Sola, justo así como había transcurrido mi vida
En el más austero pasar, llegó la cura de la agonía
Hoy, que me miro yaciendo en inerte dicha
Recuerdo mi infancia
Recuerdo mi vida
Recuerdo mis días
Vuelvo a ver
A aquella niña de tardes nubladas y de plena lluvia
Así, como si pudiera tocarla, me sumerjo en su juego
Y vuelvo, con ella, a andar descalza por el pasto fresco
A hurtadillas me acerco a su oído y le susurro que
En esta vida, casi todo está bien
Le miento, tanto le miento a esa niña
Que se tiende y observa como queriendo beber
Las nubes que forman figuras etéreas
Las nubes que forman figuras eternas
Hoy que me miro yaciendo en eterna dicha
Vuelvo a mi soledad infinita
Mi eterna compañera
El regalo heredado por mi dios
Para andar cada paso de mis días
Sé que todo está perfecto
Acomodado en cada una de sus finas piezas
Y me miro, pasando las últimas horas
Andando sin prisa y sin tiempo
Volviendo a calzar, nada
Andando con los pies desnudos
Cubierta tan sólo por una lana oscura
Usando la misma túnica que cubrió mi piel
Me descubro hablando conmigo misma
Siempre conmigo misma
Dentro de estas paredes
Es entonces, cuando en un pequeño instante
pasan los años, los días, las horas
Pasa la vida
Me miro de nuevo
Siendo yo misma el testigo de setenta lunas
Las arrugas hablan de las lágrimas corridas
La mirada perdida canta la dicha en la paz por fin encontrada
Me encuentro en el último segundo de esta vida
Siento cómo el alma se va desprendiendo del cuerpo
Permanezco horizontal e inmóvil, transformando el tiempo
Apenas puedo respirar, mas puedo elevarme
Lentamente, muy lentamente
Me olvido de mi ser material y entro en una paz jamás antes esperada
Olvido la soledad
Olvido que un día en este viejo cuerpo viví
Dejo de sentir la pesadez de la vida
Y comienzo a beber la certeza de la eternidad
En donde nada existe, en donde todo es paz
La eternidad a la que ahora pertenezco
Soy luz
Soy esa luz dorada que tanto soñé
Soy parte del infinito que se despide
Que agradece a ese cuerpo sus días
Sus años y su eterna soledad
Soy . . .
¡Eres una luz que brilla con energía! Besazos, preciosa ???
Luz que forma parte de la luz universal de la que forman parte nuestras almas…
Precioso, Nora.
Besos todos guapísima.
Saludos. Y un abrazo. Gracias por leerme!!!!
Gracias Ana. Un beso
Muchas gracias. Un beso
Muy triste, con un sentimiento sobre la vida. Gracias
Gracias por leer!!!!
Lo leí dos veces y vendiste a mi mente, te imaginé sobre el pasto escribiendo amiga, qué bien lo haces!!
Gracias!!!!! Un abrazo!!