Cuando la vida te regala una prórroga
y te deja su memoria en el oído
la verdad que se concede al moribundo
hiere la piedad de una mentira es innecesaria
Perdió la mirada hace largo tiempo
más le valdría haber muerto.
Supo entonces,
que hay sentimientos
que no merecieron vivir,
habían fallecido
desde el primer beso
Bajo el deseo escondía escalofrío
sobre un mar de rojos pétalos
flotaron furtivos
Su almohada tibia sembraba cobijo
manos plantadas en surcos de caliente piel
en pleno invierno
La primavera floreció un oscuro velo,
negro tul de húmedas lágrimas
y grito contenido.
Golpes galopando su pecho.
Presenciar como cabalgaba
a muslo tendido,
desbocado por polvorientos caminos
Sus manos marchitan al silencio,
intramuros…
Ahora,
cuando relee sus palabras
irreconocibles letras
ni sabe como surgieron.
Delira incapaz de repetirlas,
las busca adentro,
esperando que se lo permita
clemente el olvido.
Ya no se retuerce al menos.
Vértigo de sequía,
ansiedad de trueno.
Oler a lluvia nuevamente,
cuando hace tanto que no llueve.
Y el reloj sique corriendo
muy lento,
tan lento.
No hay cabello al viento.
@carlaestasola
Extremadura, 29 de Septiembre de 2016 a las 20:30
Reblogueó esto en miriamgp1976y comentado:
No hay caballo al viento….sensacional de Carla!!!!
Que bonito escribes carla!!! Muy muy bello si señor!
Gracias. Es un guiño que aprecio mucho en este momento, no sabes cuanto. Mi abrazo
Pues me alegra que mis palabras te animen, porque desde luego, no engaño, no miento, me encanta como escribes y como consigues que llegue al alma. Un ejemplo.
Pues no puedes imaginar cómo influye esto en mi, y la gran sonrisa que provocas. Y eso, creeme es muchísimo, porque las tengo contadas, últimamente, no me prodigo. Yo que siempre sonreía. Gracias de corazón
Deseo de corazón hacerte sonreir mil veces más. Persistiré en el intento guapisima!!!
Deben ser unos momentos muy duros cuando se pierden uno mismo. Poesía triste. Un beso.
Sabes mucho de vacas, cierto todo lo que dices. Lo son pero entre buena gente menos. Un beso ?
Desde luego he pasado por momentos mejores, querido Carlos, pero aquí seguimos, remando… Un abrazo