Cuando tu mirada esquiva, me evitaba.
Cuando ya tu mano, al pasear, no tomaba la mía.
Cuando sonreias al aire después de revisar tu pantalla, y no era mío el mensaje que llegaba.
Cuando te dormiste sin el buenas noches de mis labios, y despertaste corriendo, sin esperar mi abrazo.
En todos y cada uno de estos pequeños detalles supe que se acabó todo el amor perfecto que confesaste.
Hace años. Hace un tiempo. Ya lejano. Ya tan muerto.
By Miriam Giménez Porcel.
Buenísimo, Miriam
Muchísimas gracias preciosa. Parece que el curso que estoy haciendo tiene sus pequeños frutos. A seguir luchando por lo que amamos!! Besos!!??