Gasto mis noches trenzando hilos de oro y plata mientras se mezclan con la sal eterna de mis lágrimas al recordar tu partida.
Gasto mis días pensando en ti, recordando lo que fuimos y que más nadie será.
Amarro cientos de listones plateados al centro de la luna y se mecen hasta llegar a tu nido, en el que me encuentro dentro de tu recuerdo esperando, con ansias y esperanza, rearmando este corazón que roto dejaste hace treinta días.
Meciéndome me encuentro en esta soledad en donde siento tu aliento y la desesperada dulzura evaporada en ese beso que nos dimos «como si fuera la última vez».
¿Recuerdas cuál era mi anhelo? Perder el aliento y hasta la respiración en un beso que tú me prodigaras.
¿Recuerdas cómo los perdimos juntos en ese primer encuentro en que nos transportó a la gloria?
Vuelvo a perder el aliento y hasta la respiración al sentir tu presencia frente a mí fundiéndose de nuevo con mi irrealidad en la que yo iré por un camino y tú por otro.
Extiendo mi mano y me ato a tu nuca acercándote a mi faz, mirándome en el amoroso reflejo de tus ojos, sintiendo tus ansias volverse locas al contacto de mi boca.
Y desde el centro de esta hermosa luna, te tomo de nuevo y recorres mis ganas con manos perfectas que por un tiempo fueron sólo mías, hablándome a susurros con esa voz grave que deleita mis oídos.
Te escucho de nuevo decir qué me amas, decir lo que sientes y cuánto me extrañas.
Aparece el día, la luna se esconde y con ella viaja el encanto de tenerte, se desvanece el amor y la calma emergiendo de nuevo el dolor del amor en jirones que dejaste atado a mis amaneceres.
Te vuelves de nuevo lejano y etéreo, gritando a mi oído lo que hoy tanto temo, dándome de nuevo con tus notas graves la breve canción que fue nuestro cuerpo.
Me cantas quedito y apenas te escucho diciendo que ahora, ese último beso no fue tan sólo una amorosa súplica mía pidiéndote “bésame como si fuera esta noche la última vez”
Es mortal, desgarrante y definitivo pues en realidad, y poniendo a esta agonizante luna como testigo, ese último beso no fue «como si fuera esta noche la última vez».
Ese beso fueron las notas cantadas por última vez.
chica tu si que te inspiras gracias
Gracias!!!!! Por leerme. Lindo día
Desgarradoramente hermoso Nora. Un gran abrazo amiga.
Gracias Marina. Un abrazo de regreso!!!!!!
hermoso sutil, bello gracias por compartirlo
Gracias a ti. Por leerme!!
espero poder seguir disfrutando lo que escribes un abrazo y que sigas teniendo buena VIDA
¡Precioso Nora! ¡Terminé con la piel de gallina! Un besazo
Gracias amiga. Un beso de regreso
Bella y nostálgica prosa poética estimado autor, un magnifico trabajo, mis felicitaciones. Saludos.
Ma. Gloria. Infinitas gracias por leerme. Un abrazo!!!
Muchas gracias!!!
Un abrazo