Redacto estos versos en la soledad del momento,
antes de que se me vuelen como sombrillas con el viento.
Me cobijo a su sombra de los rayos del sol que me abrasan la piel,
me derriten el alma,
licuando la tinta con la que escribo mis rimas.
Me paro y pienso,
en el desatino que es escribir poemas,
en el peldaño de una escalera,
mientras dejo correr el tiempo,
como las nubes de verano corren
por el cielo en esta tarde de verano.
©Antonio Caro Escobar