Borramos las lágrimas al dolor.
Y pintamos de arcoiris los labios.
Subimos al cielo una flor.
Y bajamos las penas al sótano.
No quisimos entrar en detalles
de lo que fue mejor o peor.
Nosotros decidimos dar carpetazo,
a lo que estaba matando el amor.
Redecoramos los días.
Llovieron rencores,
para escurrise por las alcantarillas.
Supimos el momento exacto
en que matar lo malo
era lo correcto
y potenciar lo bueno,
lo sano.
Lamentamos el tiempo perdido,
sonreimos las experiencias ganadas.
No invoquemos de nuevo al espíritu
que buscaba matarnos.
Ahogarnos, hundirnos.
Robamos las pesadillas a las noches
y las llenamos de sueños posibles,
con roces, cariño, sudor.
Corrimos agarrados de la mano,
mojándonos la rabia,
cruzamos, saltamos y rodeamos
los charcos que reflejaban mis ganas,
llegamos, al final del jardín, jadeando.
No era una huída.
Ganamos la partida que creíamos perdida.
By Miriam Giménez Porcel.
maravilloso